La publicidad de Dolce& Gabbana a formulado
numerosas críticas en
distintos lugares del mundo, debido a las imágenes sexistas en los
diferentes anuncios publicados.
En España el anuncio consistía en que un hombre sujeta las
manos de una mujer que esta tumbada en el suelo mientras cuatro hombres más
observan la escena; esta imagen es denunciada por el Observatorio de la Imagen
del Instituto de la Mujer, debido a que se considera la imposición de la fuerza
y el poder del hombre sobre la mujer.
El Institut
Catalá de les Dones califica la publicidad de “innecesaria y desafortunada “,
destaca que la publicidad tiene que sostener una serie de límites intraspasables.
La Federación de Consumidores en Acción (FACUA)
señala que la Ley General de Publicidad promueve la prohibición de todos los
anuncios que vulneren los derechos humanos.
En Gran
Bretaña se emite un anuncio en el que los numerosos modelos aparecen con un arma
blanca. La Autoridad de Calidad Publicitaria (ASA) del Reino Unido señala que
las imágenes publicadas incitan a la violencia y no a una responsabilidad del
consumidor. Después de todas las críticas realizadas por el Reino Unido, la
campaña siguió adelante y se siguió emitiendo.
Pese a la
polémica surgida en algunos países de Europa, en territorios como China, Japón
o Estados Unidos no generaron ningún tipo de polémica y se emitieron con total
normalidad.
Dolce & Galbana se defendió, señalando que
su intención no era la violencia ni el sexismo, sino basarse en la estética del
siglo XIX. La empresa aumentó sus ventas en un 225% a pesar de sus anuncios tan provocativos; ese
incremento se debió sobre todo, a la compra de sus productos por parte de
consumidores menores de treinta años.
En conclusión,
la empresa utiliza la estrategia de usar su publicidad para llamar la atención
de más consumidores, que recuerdan su marca, para así incrementar sus ventas y cubrir
la inversión realizada para ello.
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